Imala fue fundado en el año 1531, lo que lo convierte en uno de los asentamientos más antiguos de la región. A pesar del paso del tiempo, el poblado conserva parte de su arquitectura original, lo cual le da un aire de autenticidad y encanto colonial. En el centro del pueblo se erige su joya arquitectónica: un templo edificado en 1837, cuya fachada de ladrillo en tonos ocres y rojizos resalta por su belleza y conservación. Este templo no solo es un lugar de culto, sino también un punto de encuentro y referencia histórica para los habitantes del lugar.
A tan solo 20 minutos de la capital sinaloense, se encuentra uno de los rincones más encantadores del estado: el pueblo señorial de Imala. Este destino ha captado la atención de locales y visitantes gracias a su atmósfera tranquila, sus aguas termales y los paisajes naturales que lo rodean, convirtiéndose en una escapada ideal para quienes buscan desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad.
Aguas termales popular por sus propiedades curativas
Uno de los mayores atractivos de Imala es su balneario de aguas termales, un sitio recreativo que combina naturaleza, bienestar y diversión familiar. El balneario cuenta con diversas amenidades como:
- Cabañas
- Zona para acampar
- Palapas
- Asadores
- Albercas
Lo más destacado del lugar es una alberca especial que se alimenta directamente de manantiales naturales, cuyas aguas pueden alcanzar temperaturas de hasta 50 grados centígrados. Estas aguas no solo ofrecen una experiencia relajante, sino que también poseen propiedades terapéuticas y desintoxicantes, lo que las convierte en un recurso natural altamente valorado por quienes buscan mejorar su salud física y emocional.
En los últimos años, Imala se ha vuelto un destino predilecto entre la comunidad ciclista. Decenas de ciclistas recorren regularmente la carretera que conecta Culiacán con este poblado, disfrutando de una ruta escénica rodeada de montañas, flora silvestre y una vegetación vibrante. Esta travesía no solo representa un reto físico, sino también un deleite visual para quienes aprecian el turismo de naturaleza.
Gastronomía rural y artesanías locales

Entre las especialidades más recomendadas se encuentran los guisos campestres, los frijoles puercos, el chorizo ranchero, los tamales y, por supuesto, el famoso pan de mujer, una delicia horneada artesanalmente que es símbolo de la panadería tradicional sinaloense. También es común encontrar la venta de queso fresco y artesanías hechas a mano, y sus refrescantes raspados.
Imala ha logrado consolidarse como un destino turístico que combina historia, naturaleza y calidez humana, sin grandes desarrollos urbanos ni lujos excesivos, este pueblo ofrece una experiencia auténtica, ideal para quienes buscan reconectar con lo esencial. Un lugar donde el pasado y el presente conviven en armonía, ofreciendo una experiencia turística enriquecedora y única.