En una reunión llevada a cabo por la Cooperación de Organizaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (COADES) y CORE33, se discutieron las acciones a seguir ante la problemática de la importación de camarón centroamericano a México. El presidente de COADES anunció que aprovecharán la visita del presidente de la República y la presidenta electa al estado para manifestarse.
En mayo, los productores de camarón de varios estados, incluidos Sinaloa, Sonora, Nayarit, Colima y Tamaulipas, se manifestaron en la Ciudad de México. Lograron que la Atención Ciudadana de la Presidencia instruyera a la Secretaría de Gobernación a abrir una mesa de diálogo para abordar sus preocupaciones. Sin embargo, hasta la fecha, las autoridades no han cumplido con las promesas de solución.
Los manifestantes expresaron su frustración con la modificación judicial que permitió la importación de camarón centroamericano, afectando negativamente a la industria local. Aunque se había conseguido una sentencia a su favor, las presiones externas llevaron a la reversión de esta decisión, lo que consideran injusto y perjudicial para los productores nacionales.
La próxima manifestación se planea durante la inauguración del Hospital General, donde se espera la presencia de al menos 500 personas del sector. El objetivo es visibilizar su protesta y lograr una interlocución efectiva con las autoridades.
La situación es crítica, con el 50% de la acuacultura sinaloense de camarón en riesgo de detener operaciones en el segundo ciclo de producción, lo que representa una pérdida significativa de empleos y un impacto negativo en la economía local. Los productores insisten en la necesidad de atender urgentemente sus demandas para evitar la parálisis total del sector.
El presidente de COADES también resaltó la importancia de la competencia en el sector del transporte público y la necesidad de crear condiciones para el desarrollo del turismo, destacando la colaboración con autoridades locales para mejorar la seguridad y promoción de los barrios mágicos como el recién designado “Paso del Ángel”.
Esta manifestación busca no solo resolver la situación actual sino también asegurar un futuro sostenible para la acuacultura y la pesca en Sinaloa, protegiendo así los empleos y la identidad alimentaria de la región.