La huelga que inició el pasado viernes en la industria automotriz de los Estados Unidos de Norteamérica ya está teniendo repercusiones en México, puesto que por la reducción en la demanda de autopartes ya se han perdido 76 millones de dólares, opinó Ernesto Sánchez Sánchez.
El especialista en temas Laborales y Sindicales de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, destacó que en este movimiento participan en primera instancia 13 mil de los 150 mil trabajadores afiliados al United Auto Workers, pero que existe la amenaza de que el mismo se amplíe si las empresas no presentan mejores propuestas salariales.
“En el caso mexicano la industria nacional de autopartes señaló que tan solo por estos días se van a perder cerca de 76 millones de dólares por el suministro de autopartes que se detiene. En un principio 76 millones de dólares no son muchos para una gran industria que a nivel mundial tiene un peso determinado en el PIB nacional tanto en Estados Unidos como de México”, explicó.
“La primera semana fueron 76 millones de dólares que es muy poco porque equivale al 0. % de las importaciones, pero se puede hablar de que puede trastocar hasta 20% del nivel porcentual de las exportaciones hacia Estados Unidos, que es donde se va a ver efectivamente el incremento en los costos de autos o la desaparición de empleos”, explicó.
Consideró que, si este paro convocado por el más fuerte Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz de los Estados Unidos dura más de 3 meses, pudiera también impactar en un 4% ciento los precios de los automóviles que fabrican las empresas Ford, General Motors y Stellantis.
“En el largo plazo si esta huelga se llega a prolongar más de 2 meses, 3 meses los costos pudieran ir de 500 a mil millones de dólares, afectando las líneas de producción y de proveedores de primer nivel y ante esa la detención en el crecimiento de la demanda de autopartes la reducción de trabajadores con un efecto negativo en el empleo en México”, anotó.
Sobre las causas aparentes que dieron origen a esta huelga, Sánchez Sánchez abundó que los dirigentes están exigiendo un incremento salarial del 40% (20% inmediato y 5% a partir del 2024 hasta sumar el 40% en 2027), la restauración de beneficios perdidos durante la recesión económica, la estabilización en las trayectorias laborales y la reorganización de horarios no mayores a 8 horas que se habían extendido a través de horas extras obligatorias.
El académico y también investigador de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la UAS reveló que, además del aspecto laboral y tecnológico por la robotización de la industria y el cambio de automóviles de gasolina a eléctricos, en el movimiento también confluyen intereses de tipo políticos porque se acercan elecciones en los Estados Unidos y el presidente Joe Biden busca ganar adeptos para su posible reelección.