Eran poco antes de las 6 de la tarde de este lunes 13 de marzo, cuando Don Filiberto ya iba a su domicilio para descansar. El adulto mayor de 77 años de edad abordó una motocicleta de la marca Italika, color gris oscuro y se enfiló hacia el norte por la vialidad, hasta llegar a la calle pavimentada que conecta con un rancho de ganado de engorda donde el destino final ya lo esperaba.
Al llegar a ese punto, los testigos señalaron que Don Filiberto se incorporó a la calle pavimentada, pero en esos momentos fue embestido por un camión de pasajeros de color azul con blanco, de ruta foránea, de la empresa Líneas del Oriente, que cubre la ruta al Limón de los Ramos-Culiacán y el cual lo arrastró con todo y motocicleta, alrededor de dos metros, justo frente a un expendio de cerveza y a una tienda de conveniencia.
Las heridas graves que sufrió el abuelito fueron fatales y le causaron la muerte de manera instantánea. Nadie pudo hacer nada por él, al quedar su cuerpo boca abajo, tirado sobre el pavimento, con múltiples heridas y fracturas, pues cuando intentaron auxiliarlo se percataron que ya no respiraba y presentaba múltiples heridas y fracturas en la mayor parte del cuerpo.
El conductor de la unidad responsable, que es ampliamente conocido por los pobladores e inclusive fue amigo del fallecido, se detuvo al percatarse de la tragedia y esperó a que llegaran los cuerpos de emergencia y autoridades policiacas para ponerse a disposición de las mismas, junto con la unidad que tripulaba.
El cuerpo fue revisado por los paramédicos de Cruz Roja y posteriormente fue cubierto con una manta de color azul, los gestos de dolor y lágrimas denotaban la tristeza de las decenas de familiares en espera de que terminaran las diligencias de los peritos de la Fiscalía General del Estado para que el cuerpo fuera recogido y retirado por el Servicio Médico Forense.
Una vez terminados los trabajos de campo en el lugar del accidente, el cuerpo sin vida de don Filiberto fue colocado en una bolsa plástica de color negro con cremallera, para sellarlo y posteriormente se le colocaron las cintas de identificación en el mismo cierre dentado, para preservar la evidencia del cadáver y fue depositado en la parte trasera del panel del SEMEFO, donde partió para dejar su terruño donde vivió por décadas y formó una gran familia.
Con información de Los Noticieristas.