“Pocos casos como este me tocan así, con los adultos mayores, bien preocupados, la señora quedó bien agradecida”, expresó la Comandante Teresita de Jesús, Titular de la Célula de Reacción Inmediata para Prevenir y Atender la Violencia de Género, y que, como en este caso, apoyan en atenciones a personas vulnerables y fueron los encargados de entregar a don Jesús a su familia.
Eran las 8:30 de la mañana, cuando recibieron el reporte que indicaba un adulto mayor sentado en a su andadera en la vía pública.
Al llegar, encontraron a don Jesús sentadito, enredado en unas cobijitas, se acercaron y al ver a los oficiales sonrío y les dijo dónde vivía y que tenía 82 años, y gustoso les decía que ahora sí llegaría con su familia.
Los oficiales lo tomaron con cuidado y le ayudaron a apoyarse en su andadera para subir a la patrulla, muy lúcido don Jesús platicaba varias anécdotas a los agentes mientras les agradecía por llegar a ayudarlo.
Al acercarse a su domicilio, con mucha alegría lo recibió una sobrina, quien uno a uno les informaba a los familiares que pararan la búsqueda, pues su tío había aparecido. Con un abrazo fuerte y apretón de manos, cada familiar que arribaba agradecía a los oficiales por regresar con bien a don Jesús, quien había burlado la vigilancia y había caminado sin rumbo, cuando quiso regresar ya no supo por dónde hacerlo.