El acompañamiento psicológico, ayudará al paciente con cáncer de mama, a comprender y a afrontar con mayor fortaleza la situación por la que atraviesa, por lo que es fundamental contar con este apoyo durante todo el proceso, apuntó la psicóloga universitaria, Karla María Urías Aguirre.
En el mes de la sensibilización y lucha contra el cáncer de mama, la docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), indicó que la noticia de ser diagnosticado con esta enfermedad, el miedo a la pérdida de salud y de la vida, es tal que, impacta psicológica y emocionalmente y que, aunque pareciera que llevar a cabo todo el proceso es fácil, este se convierte en una lucha constante.
“Cuando una persona recibe un diagnóstico de cáncer de un mama, primero viene esta parte de una negación, de un evitación donde ya no se quiere hablar del tema, donde yo me niego a esta nueva realidad, pero también se mueven las estructuras donde uno se va adaptando a esta nueva realidad y muchas veces este acompañamiento que la psicóloga o el psicólogo, puede dar, me va a ayudar a mí, a tener mejores herramientas para afrontar las distintas etapas que es lucha contra el cáncer de mama”, indicó.
En ese sentido, mencionó que la intervención psicológica, contribuirá a que el paciente reconozca las emociones que está experimentando, a comprender que son normales, a esclarecer sus preocupaciones y a aceptarse a sí misma ante la enfermedad que enfrenta y que llega a desgastar física y emocionalmente.
“Cuando tenemos una pérdida de la parte del cuerpo, pues nuevamente entra esta parte de reconocer el nuevo cuerpo en el que habito, sobre todo, las mujeres que es muy significativa, esta parte que nos distingue como la parte femenina y entonces entra también ese choque de qué es lo que socialmente me dice, cuál es el estándar de mujer, el estándar de belleza y si encajo o no encajo y pues ahora cómo lo voy yo reestructurando y acomodando, en que, bueno es que esta soy la nueva yo y también es belleza”, manifestó.
Asimismo, comentó que la enfermedad no solo afecta a la persona que la padece, sino que también impacta en su red de apoyo, por lo que consideró que “esta persona de cuidador primario también requiere de mucha ayuda y una atención psicológica porque sobre él o ella recae esa carga del cuidado, de la atención, de mantener la calma para evitar la preocupación extra a la persona que está viviendo este cáncer”, expuso.