Ciudad de México.- Un grupo de hackers llamados “Guacamaya” filtró información de la Secretaría de la Defensa Nacional, como registros de salud del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y la liberación del hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Ovidio Guzmán, tras el operativo fallido denominado ‘Culiacanazo’.
La información se hizo llegar al periodista Carlos Loret de Mola, quien la dio a conocer en la más reciente edición de Latinus, donde refirió que el 2 de enero de 2022 una ambulancia aérea del Ejército voló hacia el rancho del presidente de la República, en Palenque, Chiapas, para trasladarlo en calidad “grave” al Hospital Central Militar de la CDMX.
Los documentos revelan que ese día, AMLO tuvo que ser monitoreado, canalizado y medicado antes de volar al aeropuerto de la Ciudad de México, de donde fue llevado rápidamente en helicóptero al Hospital Militar, siendo diagnosticado con angina inestable de riesgo alto, un padecimiento cardiaco que puede conducir a infartos.
Luego del 2 de enero, en Palacio Nacional se tomaron muestras de sangre y de laboratorio, y para el día 10, el propio López Obrador anunció en sus redes sociales que tenía COVID-19.
Con respecto al ‘Culiacanazo’, la información indica que el Ejército detuvo a las 15:15 horas del 17 de octubre de 2019 a Ovidio Guzmán, hijo de ‘El Chapo’, cumplimentando una orden de aprehensión girada el 2 de abril de 2018 por la Corte Federal de Columbia, en Estados Unidos, por los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de acopio y tráfico de armas, secuestro, cobro de piso y delitos contra la salud.
El parte militar explica que dos minutos después ‘los efectivos de seguridad invitan a Ovidio a persuadir a sus hermanos de cesar su actitud hostil’, y que para ello se comunicó directamente con “Iván Archivaldo Guzmán Salazar, conminándolo a ordenar el cese de las agresiones, pero su hermano respondió con una negativa y lanzó amenazas contra el personal militar y sus familias”.
El parte militar agrega que a las 19:30 horas, se recibe la orden de parte del presidente de la República del cese del operativo para detener a Ovidio Guzmán López.
Además, si bien la versión oficial sobre las víctimas morales del operativo fallido ascendieron a ocho, los documentos internos de la Sedena señalan que fueron nueve los fallecidos.
También revelan que hay una carta del secretario de la Marina, Rafael Ojeda, al secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, donde muestran sus diferencias sobre la seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, fechado del 22 de junio.
En uno de los párrafos escritos por el almirante Ojeda se puede leer lo siguiente:
“Esto no es cuestión de números, sino de coordinación entre instituciones, siempre respetando nuestras áreas de competencia… nunca con la intención de buscar protagonismos”.
Otro dato de seguridad nacional que dieron a conocer es cuánto personal del Ejército está destacamentado en cada uno de los cruces fronterizos de Tijuana, y en cada punto táctico.
Puntualizan que en la frontera sur, en Cancún, el caso es “especialmente grave”, según la nota de Latinus, pues en la terminal del aeropuerto de Cancún la Defensa admite que lo óptimo es contar con 56 elementos, pero solo hay 14.
En algunos horarios, la presencia de personal es de tres militares, lo cual pone a esta zona en “condiciones de debilidad críticas”, que dejaría una puerta abierta para todo tipo de tráfico ilegal.
Con información de El Universal