Si bien, el cepillo dental es nuestro mejor aliado para mantener una buena higiene bucodental y prevenir enfermedades dentales, este también puede tener un papel importante en la transmisión de enfermedades y aumentar el riesgo de padecer infecciones, ya que sirve como depósito de microorganismos, por ello es importante considerar su reemplazo al menos cada tres meses, indicó Dalia López Silva.
La especialista de la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) manifestó que ante la actual pandemia de COVID-19, que nos ha hecho cambiar muchos aspectos de nuestra rutina diaria, debemos tener especial cuidado con el cepillo dental y adoptar una serie de medidas con el fin de prevenir el riesgo de contagio.
“Hay etapas del cepillo en donde es importante considerar su cambio, algunas de ellas pueden ser cuando el paciente ha padecido alguna enfermedad y comúnmente ahorita la de COVID. Independientemente se habla de que el cepillo tiene una vida aproximada de tres meses, pero si antes de ese periodo, el cepillo aun estando en buenas condiciones el paciente tuvo una enfermedad, se considera necesario reemplazarlo, otra de las condiciones es cuando el cepillo ya tiene las cerdas abiertas, también es importante el cambio”, enfatizó.
La coordinadora de Comunidad en la Facultad de Odontología expresó que para evitar que el cepillo de dientes sea un foco de infección, el almacenamiento juega un papel fundamental, por lo que jamás se debe tener un mismo depósito para todos los miembros de la familia, además de que una vez usada se debe colocar en un lugar donde se pueda secar, ya que la humedad es un punto propicio para las bacterias.
“Es importante también que cuando vamos a lavarnos los dientes, el lavado de manos es importante para evitar contaminar nuestro cepillo, y también cuando terminamos de lavarnos los dientes, volvernos a lavar las manos para cuando nos retiramos del área de lavado”, concluyó.