Las situaciones de riesgo son impredecibles, por lo que siempre debemos estar preparados para saber cómo reaccionar al momento de encontrarnos en la necesidad de llamar a los servicios de emergencia. Esto es lo que aconsejan los elementos de distintos departamentos de intervención inmediata, como policía, bomberos y paramédicos.
Tres señales de un ataque cardíaco o cerebral
¿Cómo saber si una persona está sufriendo un ataque al corazón, o un derrame cerebral?
- Pídele que sonría. Si se le cae un lado de la cara, es un ataque
- Pídele que levante los dos brazos hacia el techo. Si uno de ellos no puede, es un ataque
- Pídele que repita una frase sencilla. Si no puede o dice cosas extrañas, es un ataque
- En cualquier de estos casos, llama rápidamente a urgencias.
¿Me persiguen?
Si crees que un coche o una persona te está siguiendo, gira a la derecha 4 veces, en la esquina de las calles que vayas encontrando. Al girar 4 veces a la derecha volverás al punto de partida. Si la persona sigue detrás tuyo, entonces es que te está siguiendo de verdad.
Agresión física
Si sufres un asalto, agresión sexual, violación, etc., araña todo lo posible al atacante. Su ADN quedará en las uñas, y después servirá para identificarle.
Golpe en la cabeza
Si te has dado un golpe fuerte en la cabeza y te encuentras bien, pero en las siguientes horas te notas inusualmente cansado, ve rápidamente al médico a que te hagan un escáner. Podría estar formándose un coágulo.
Prisionero
Si alguien te sujeta por las muñecas, la forma más sencilla de librarse es por los pulgares, pues es el dedo que menos fuerza hace.
Ventanas de emergencia
Si tienes que romper una ventana de un coche, un autobús u otro vehículo porque has quedado atrapado en un accidente, no la intentes romper por el centro. Estas ventanas suelen estar hechas de vidrio templado, que es mucho más frágil por los bordes. Ahí es donde debes golpear.
Quemaduras químicas
El error de mucha gente a la que le cae un producto abrasivo en la piel, es pensar que sus quemaduras son iguales que las del fuego. En muchos casos las quemaduras químicas tardan en producir dolor, cuando en realidad ya comenzaron a quemar. El agua no suele ser una buena solución para eliminar el producto.
Llamadas de emergencia sin cobertura
Si tienes que llamar al 911 para una emergencia pero tu móvil no tiene cobertura en esa zona, no te preocupes, y llama. Hay un acuerdo entre operadoras que permite usar su cobertura aunque no seas cliente, en llamadas de emergencia.
Duerme con la puerta cerrada
Mucha gente prefiere dejar la puerta de la habitación abierta por la noche, por temas de ventilación, temperatura, o porque se sienten menos agobiados. Pero si dejas la puerta cerrada, no solo aislarás los ruidos. También puede salvarte la vida si se produce un incendio que genera humo, o una fuga de gas.
Pedir ayuda
Si estás herido y necesitas ayuda, y ves a varias personas cerca, no pidas ayuda así, en general. La mayoría creerá que ayudará otra persona, y no actuará. Dirígete a una persona en concreto y pídele ayuda solo a ella. Se verá implicada y es más probable que te ayude.
Herida profunda
Si sufres una herida profunda y grande por un objeto punzante, no lo extraigas. Podría estar taponeando la salida de sangre, y si la extraes comenzarías a sangrar, e incluso podrías romper una arteria. Es mejor presionar alrededor del objeto para que actúe de tapón de la sangre, y esperar a que te atienda un médico.
Si te pierdes, quédate dónde estás
Si te pierdes en el bosque, montaña, etc., es una mala idea avanzar a ciegas buscando una salida que no conoces. Lo mejor es quedarte donde estás y hacer un fuego, luces, ruido, todo lo que puedas para llamar la atención. Así no marearás a los equipos de rescate deambulando por ahí, y será más fácil que te encuentren.
Ahogamiento
Si alguien se está ahogando por tragar un objeto, pero sigue hablando y tose, no intervengas, y anímale a toser. Si hace eso es porque aún tiene aire, y si haces una maniobra de Heimlich, podrías empeorar la obstrucción. Solo hay que hacer la maniobra cuando el sujeto deja de hablar o toser.
Hielo
Si te quedas atrapado en mitad de un lago de hielo que se resquebraja, ponte a cuatro patas con el estómago rozando el suelo y gatea por donde viniste. Si el hielo resistió tu peso cuando estabas de pie, es muy probable que lo resista cuando estás a cuatro patas, con tu peso más distribuido en varios puntos.