Contrario de lo que podrías pensar, la lavadora no se limpia sola mientras se lava la ropa. Debemos llevar a cabo una rutina de limpieza cada cierto tiempo para evitar malos olores, así como posibles averías de la máquina.
Una de las creencias populares es que, como ya echamos jabón cuando ponemos a lavar una tanda, la lavadora se limpia con nuestra ropa. Sin embargo, ese jabón que echamos no es para la lavadora, sino para eliminar la suciedad de la ropa y esta se va a los filtros de la máquina y a las partes internas del tambor.
El agua sucia junto a partes de los tejidos que se desprenden en el proceso y a partículas de los detergentes se acumulan formando una capa viscosa. Al final, eso termina oliendo mal y ese mal olor se puede impregnar de nuevo en la ropa cuando termina el proceso, haciendo que las prendas no salgan tan limpias como deberían. Además, estos residuos también pueden afectar al propio funcionamiento de la lavadora.
Por eso, de vez en cuando lo que hay que hacer es limpiar la lavadora de forma manual de la siguiente manera:
- Poner en marcha la lavadora con agua caliente y sin ropa en el interior ni jabón en el compartimento.
- Mientras se va llenando, agregamos un par de vasitos de vinagre blanco y dos o tres cucharadas de bicarbonato sódico.
- Dejamos que la lavadora funcione durante unos 10 minutos y detenemos el proceso.
- Dejamos que la lavadora repose con la puerta abierta y, cuando hayan pasado un par de horas, limpiamos las paredes del tambor con un estropajo en esa solución de agua, vinagre y bicarbonato. Para terminar, enjuagamos con agua caliente.