La empresa GPO no viene a jugar a producir amoniaco, sino que viene precedida de una experiencia de más de 36 años al ser una filial de Proman, compañía suizo alemana, lo cual habla de que saben lo que hacen y no vienen a exponer ni su dinero ni su prestigio internacional en un proyecto como el de la planta de fertilizantes en Topolobampo.
Durante su exposición denominada Dimes y Diretes de la planta de fertilizantes de GPO, el doctor Xicoténcatl Vega Picos, especialista en temas ambientales y director general de AAVES (Asesores Ambientales Vinculados a Empresas Sustentables), señaló que el proyecto es sustentable, por lo que puede desarrollarse y operar en un sitio Ramsar.
Aclaró que este acuerdo internacional no impide las actividades productivas en la zona, pero establece obligaciones de preservación y ganancias netas ambientales a los interesados en operar en los humedales, como es el caso de Gas y Petroquímica de Occidente.
Esta empresa está más que obligada a cumplir con las más estrictas normas nacionales e internacionales en materia ambiental y de seguridad industrial para recibir el aval de las autoridades mexicanas para su operación.
Afirmó que en el país existen otros sitios Ramsar y humedales donde se desarrollan actividades productivas, entre las que destacó la segunda salina más grande del mundo en Guerrero Negro, Baja California, donde coexiste este inmenso proyecto productivo con la naturaleza, sin mayores impactos en el medio ambiente.
También en Sinaloa existen otros humedales de importancia internacional donde se desarrollan actividades productivas, entre ellas en el giro agrícola y acuícola, entre muchos otros.