En los últimos dos años, especialmente en el 2020, el número de personas que padecen trastornos de ansiedad aumentó de forma considerable, en parte como una consecuencia paralela provocada por la pandemia de COVID-19. Una forma de disminuirlos es a través de la meditación.
“A medida que profundizamos en esta práctica comenzamos a deshacernos de nuestras cargas y miedos, nuestra ansiedad y nuestro estrés comienza a disiparse”, mencionó el Dr. Leo Rastogi –co-fundador y guía mentor de ayam, app que te ayuda a vivir esta práctica– a través de un comunicado.
¿Qué pasa cuando meditamos?
- Nuestra atención se aleja del factor estresante.
- El nervio vago (un componente central del sistema nervioso parasimpático) recibe una señal de que no es necesariamente la respuesta de ‘lucha-huida-congelación’.
- Disminuye la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el estado de alerta.
- Se reanuda la calma, la relajación, el descanso y la digestión.
De acuerdo con Leo Rastogi, a través de la meditación se consiguen dos cosas importantes.
La primera de ellas es mejorar la conciencia de la naturaleza de nuestros pensamientos, lo cual nos permite desprendernos de ellos. “Esto nos otorga perspectiva y la oportunidad de dar la bienvenida a algo nuevo.”
El segundo beneficio de la meditación es que puede ayudarnos a nutrir experiencias y creencias positivas. “Una meditación cuidadosamente elaborada (autodidacta o guiada) puede, por ejemplo, ayudarnos a invitar nuevas formas de pensar, sentir y actuar en nuestra conciencia.”