Trabajar más de 55 horas semanales durante un tiempo prolongado puede aumentar hasta un 35 % el riesgo de fallecer por enfermedades cardiovasculares, que causan la muerte cada año a unos 745.000 trabajadores en esta situación, advirtió hoy una investigación publicada por agencias de Naciones Unidas.
El estudio, coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), concluye que estas muertes subieron un 29 % entre 2000 y 2016, por lo que los horarios prolongados ya son el principal factor de riesgo laboral y provocan un tercio de los problemas de salud ligados al empleo.
Los efectos negativos de los largos horarios en la salud suelen aparecer a los diez años de comenzar a tener este tipo de jornadas prolongadas, por lo que las principales víctimas son personas de entre 60 y 80 años que hayan tenido que trabajar en estas condiciones al menos a partir de los 45.
