Los lobos son animales que se organizan en jaurías, que se rigen por una clara y muy bien definida jerarquía social. Este tipo de comportamiento social es extremadamente útil, ya que de ello depende el éxito de su cacería, y por lo tanto de su supervivencia. Se comprende que dentro de esta estructura social, el aullido de los lobos tengan múltiples funciones. El aullido es principalmente una herramienta comunicativa, empleada para transmitir mensajes sobre diferentes situaciones. Puede tratarse de alarmas, pero también de una expresión de “alegría”.
Un lobo puede utilizar su aullido para saber en dónde están los miembros de su jauría o para llamarlos. También puede aullar para notificarle a sus compañeros que un lobo desconocido u otro tipo de depredador se ha introducido en su territorio. El aullido, si es producido por los lobos alfa, puede servir para animar al resto de los miembros de la jauría para iniciar la caza en conjunto. Sin embargo, los lobos también aúllan al despertarse como un acto reflejo, similar al primer bostezo del humano en la mañana.