Llevar dos cubrebocas superpuestos o uno quirúrgico muy ajustado ofrece una protección reforzada contra la propagación del COVID-19 a través del aire, de acuerdo con un estudio de las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
El cubrebocas reduce de forma importante la exhalación de pequeñas gotas por parte de las personas infectadas y disminuye la exposición a estas partículas para las personas que no lo están, recuerdan los Centros estadounidenses para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en este estudio.
Pero los cubrebocas de tela y los quirúrgicos suelen quedar más sueltos que los KN95, aumentando el riesgo de que el aire se escape por los lados.
En enero, los CDC realizaron simulaciones en laboratorio para comprobar la reducción de las fugas con un cubrebocas de tela superpuesto a uno quirúrgico, y después con uno quirúrgico con gomas anudadas cerca de los bordes que se doblaban hacia dentro.