La composición del chicle no es nada de otro mundo: edulcorantes, saborizantes, y por supuesto, goma de butilo; que es la responsable de la textura que tiene el chicle. Cuando este llega al estómago, los jugos gástricos y enzimas digestivas inician su trabajo de descomponer los alimentos para extraer los nutrientes (que no hay muchos por sacar de una goma de mascar). Posteriormente el chicle digerido sigue su camino natural por el intestino hasta salir del cuerpo.
El único problema que podrías tener al tragarte un chicle, sería sufrir diarrea, debido al sorbitol, un edulcorante que también funciona como laxante, y que puede liberarse en el organismo si masticamos una cantidad considerable de chicle con este componente. Una preocupación común, es debido al principal componente del chicle, la goma de butilo, es también usada en la elaboración de neumáticos, pero no hay de qué preocuparse, pues el proceso de elaboración es muy distinto.