De aprobarse la regulación para el uso lúdico y medicinal del cannabis en el Senado, será necesario el establecimiento de impuestos especiales que permitan crear mecanismos de control de precios, desincentivar su consumo, así como la obtención de recursos fiscales por parte del gobierno
Así lo propuso el Instituto Belisario Domínguez (IBD) de la Cámara de Senadores, al argumentar que los recursos vía impuestos que se obtendrían de la droga servirían para la atención de las “externalidades negativas que genera, tales como adicciones y tratamientos médicos”.
El estudio titulado “Algunas experiencias internacionales en materia de impuestos al cannabis”, elaborada por el investigador José Luis Clavellina Miller, sostiene que, además de las licencias y permisos para la comercialización de cannabis, en diferentes países “se han establecido impuestos especiales que se basan en el precio del producto, en el peso y/o en la potencia de las sustancias”.
El documento del IBD destaca que en los Estados Unido los gobiernos locales tienen una incidencia importante tanto en materia de regulación como en el diseño y tasas de impuestos aplicados a las actividades relacionadas con el cannabis.