En Australia se ha dado marcha atrás a una vacuna para combatir el coronavirus ya que provocó que quienes se la aplicaron dieran positivo a VIH, la biotecnológica australiana CSL y la Universidad de Queensland han anunciado en un comunicado que su vacuna contra el covid-19, que ha mostrado resultados prometedores durante la primera fase de ensayos clínicos con 216 participantes, no va a pasar a la segunda y tercera fase por interferir con las pruebas del VIH.
Durante la primera fase de ensayos clínicos los vacunados no presentaron efectos secundarios graves y la vacuna experimental fue dada por segura. Sin embargo, el problema resultó ser el uso de pequeños fragmentos de la glicoproteína 41 (gp41) en la composición de la vacuna, que sirvió de estabilizador para mantener el virus sintético en su lugar. La proteína, que también forma parte de la envoltura del virus de la inmunodeficiencia humana, interfirió con los resultados de las pruebas del VIH y provocó falsos positivos.