La verdadera noticia es que esta tendencia no es tan nueva, hace muchos años también se practicaba. Se remonta a la Edad Media cuando los árboles se colgaban para representar a la Trinidad y después se cambió para que la punta se dirigiera al cielo. Así que ahora poner un árbol al revés puede tomarse por algunas personas como una falta de respeto.
Existe dos maneras de ponerlos, que cuelgue del techo o pegado a la pared y que se sostenga por una base lateral. La decisión final depende de cada quien.