Probablemente rellenes las botellas de plástico con la buena intención de cuidar el medio ambiente, pero ¿sabías que eso puede representar un peligro para tu salud? Uno de los argumentos principales es que los líquidos que contengan las botellas podrían contaminarse con las toxinas que libera el plástico después de un tiempo, pero la evidencia científica ha demostrado que aunque algunos materiales que se utilizan para la fabricación de estos productos sí pueden liberar toxinas, son en cantidades tan pequeñas que no suponen peligro alguno para la salud.
El verdadero peligro de reutilizar las botellas de PET es a un nivel microbiológico, ya que con tanto uso y sin la higiene adecuada, una simple botella puede contener aproximadamente 900 mil bacterias, de las cuales el 99% tienen la capacidad de provocar daños al organismo. A veces lavar la botella no es suficiente pues con las lavadas, se crean microfisuras en la superficie del plástico en donde se albergan las bacterias. Por esto es recomendable beber de envases de vidrio o de acero inoxidable. Sin embargo, si aún estás empeñado en rellenar las botellas, los expertos aconsejan usar jabón neutro después de cada uso y no disponer de ellas por más de 7 días.