Bajarle a la palanca de un inodoro con la tapa abierta puede propulsar gotitas contaminadas a una distancia de hasta dos metros que pueden caer en las superficies de tu baño e incluso en tu piel. Para demostrar esto, Harpic hizo una investigación con una cámara con tecnología especializada de alta velocidad, en la que se aprecia lo que parece una exhibición de fuegos artificiales coloridos pero son en realidad gotitas de aerosol que salen catapultadas del excusado, que incluso podrían aterrizar en tu cara.
Los investigadores también revelaron que el agua de la taza del inodoro puede permanecer contaminada durante varias descargas después de haber estado expuesta a patógenos dañinos. Si tocas una superficie contaminada por la descarga de la taza del baño sin saberlo, puedes infectarte si luego tocas tu nariz o boca. Por lo que se recomienda siempre cerrar la tapa al tirar de la cadena, siempre usar guantes cuando limpies el baño y utilizar un limpiador que también elimine el sarro, ya que aquí también se pueden albergar bacterias.