Una valiosa obra de arte quedó desfigurada luego de que un supuesto restaurador intentara reparar algunos detalles de la pintura, haciéndola totalmente un desastre.
Se trata de una copia del siglo XX, de la Inmaculada hecha por Bartolomé Esteban Murillo, durante 1660 y 1665, que fue mandada a restaurar por un reparador de muebles y espejos que no tenía la preparación suficiente dando el fatídico resultado.
Por este trabajo se pagó mil 200 euros pero la pintura quedó irreconocible.
¿Quién hizo semejante destrozo?, nos quedaremos sin saberlo, ya que el nombre del “restaurador” se mantiene en el anonimato para no arruinar su carrera a petición del mismo.
¿Lo curioso?
Esta no es la primera vez que sucede, por si no te acuerdas en 2011, una aficionada, Cecilia Giménez, intentó restaurar la obra Ecce Homo del artista Elías García Martínez, y acabó con la obra desfigurada. Aunque su popularidad aumentó, la obra ya nunca fue la misma.
Fuente: Línea Directa