Aquí tenemos el claro ejemplo de que no siempre el primer día es el mejor, y si no te derrite el corazón, al menos te hará reír.
La niña de la que hablamos es Lucie, de cinco años de edad, que vive en East Renfrewshire al oeste de Escocia. En el primer día de clases su madre decidió tomarle la foto cuando iba a la escuela y en ella se puede ver una niña perfectamente limpia, peinada, tal cual le gusta estar según su madre.
Cuando Jill, madre de la niña, la fue a recoger a la escuela, vio que estaba despeinada, con el uniforme chueco y las calcetas torcida, le causó tanta gracia que le tomó una foto, estaba tan sorprendida por su aspecto, que le preguntó que tanto había hecho, y ella simplemente respondió “No mucho”.
No parece que no haya hecho mucho, ¿verdad?.
Fuente: Milenio