Lleva más de 2 semanas incendiándose el pulmón del planeta, Amazonía, y las consecuencias que dejan estos hechos son graves tanto para Brasil como para el mundo entero.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), los incendios provocaría la pérdida del 10% de la biodiversidad mundial, el 6.7 millones de km2 de Bosques, el 20% del oxígeno del planeta, hasta el 20% del agua del planeta y el hábitat de más de 34 millones de habitantes.
Asimismo, la agencia AFP Paulo Moutinho, un organismo de investigación amazónico, explicó que esto conllevaría problemas económicos debido a que el humo traería graves consecuencias para la salud.
Incluso, perjudicaría la manera de producir lluvia, pues la función de la selva ya no estaría al 100% para abastecer a la atmósfera. Además, informó que “si no hay nuevos incendios, se tardará varias décadas en recuperar la misma densidad”.
Hasta el momento, las autoridades brasileñas dijeron que los incendios fueron provocados por la sequía. Sin embargo, el presidente Jair Bolsonaro culpa a las organizaciones no gubernamentales.
Mientras, las organizaciones lo culpan a él ya que promueve el uso de estas tierras para minería o agricultura extensiva.