Con un emotivo mensaje de gratitud y compromiso, Roque Mascareño Chávez, presidente de la Junta de Asistencia Privada (JAP) de Sinaloa, presentó el primer informe de actividades de su gestión, destacando la importancia de la visibilidad en el trabajo altruista y el impacto transformador de las instituciones de asistencia privada en el estado.
Ante representantes de diversas organizaciones, Mascareño subrayó que su labor ha sido impulsada por el deseo de dar a conocer el trabajo de las más de 120 instituciones afiliadas, cuyo esfuerzo “es un milagro diario que refleja la generosidad del sinaloense”. Afirmó que ahora más que nunca es fundamental promover en medios de comunicación los actos de solidaridad, para contagiar el espíritu de ayuda y expandir el alcance de estas organizaciones.
A lo largo de su discurso, el presidente de la JAP reconoció a colaboradores, medios de comunicación, expresidentes de la institución y su propio equipo, a quienes calificó como “la sangre del cuerpo” de la asistencia social en Sinaloa. Asimismo, anunció un ambicioso proyecto de colaboración con la Universidad Autónoma de Occidente para acercar a los jóvenes a las instituciones y fortalecer la cultura del servicio.
Posteriormente, María Dolores Inzunza Mendoza, representante de las instituciones de asistencia privada, rememoró el nacimiento de la JAP en Sinaloa. Relató cómo, inspirada en el modelo de la Junta de Asistencia Privada de la Ciudad de México, impulsó junto a otras organizaciones la creación de un marco legal para formalizar y respaldar el trabajo altruista local.
Inzunza enfatizó que la JAP ha sido un puente sólido entre el gobierno y la sociedad civil, uniendo talento, corazón y cerebro para apoyar causas en ámbitos como salud, educación, alimentación, cultura y derechos humanos.
El evento concluyó con un llamado a la unidad y al fortalecimiento de la filantropía, en un Sinaloa que se distingue por su generosidad innata y su voluntad inquebrantable de ayudar a quien más lo necesita.