Cada 14 de abril, el mundo recuerda uno de los momentos más sobrecogedores de la historia marítima: el instante en que el majestuoso RMS Titanic, símbolo de la modernidad y el lujo de principios del siglo XX, colisionó con un iceberg en medio del Atlántico Norte. Fue la noche del 14 de abril de 1912 la que selló el destino de más de 1,500 personas y marcó un antes y un después en la navegación mundial.
A las 11:40 p.m., los vigías avistaron una masa blanca directamente al frente: un iceberg, la orden fue inmediata: virar a babor y detener las máquinas, pero era demasiado tarde, el costado de estribor del Titanic rozó el hielo, y el casco se rajó en varios compartimentos estancos. El diseño del barco permitía mantenerse a flote con cuatro de ellos inundados; se rompieron cinco, el reloj había comenzado a correr.
Durante más de dos horas y media, el Titanic fue hundiéndose lentamente. Muchas personas no creían que el barco pudiera realmente naufragar, lo que retrasó la evacuación. Además, solo se contaba con 20 botes salvavidas, suficientes para apenas la mitad de los ocupantes. Y por normas de la época, la evacuación se hizo con prioridad para mujeres y niños, en un contexto de extrema desigualdad entre clases sociales. Mientras la orquesta tocaba canciones para calmar a los pasajeros, muchos hombres sabían que no escaparían. Otros, como el diseñador del barco Thomas Andrews y el capitán Edward Smith, se quedaron hasta el final cumpliendo su deber.
A las 2:20 a.m. del 15 de abril, el Titanic desapareció bajo el océano.
Curiosidades del desastre
- El iceberg culpable probablemente se había desprendido de un glaciar de Groenlandia más de dos años antes de la colisión.
- La última canción que tocó la orquesta, según varios sobrevivientes, fue “Nearer, My God, to Thee”, un himno cristiano.
- Una radio inalámbrica Marconi permitió enviar señales de auxilio, lo que salvó cientos de vidas cuando el barco RMS Carpathia acudió al rescate.
- Muchos pasajeros de tercera clase fueron encerrados temporalmente en las cubiertas inferiores, lo que dificultó su escape.
- Millvina Dean, la última sobreviviente del Titanic, murió en 2009 a los 97 años. Tenía apenas dos meses cuando abordó el barco con su familia.
Más de un siglo después, el Titanic sigue siendo un símbolo poderoso, ha sido tema de libros, investigaciones, documentales y películas, incluyendo la famosa producción de James Cameron en 1997, que revivió el drama humano de esa noche inolvidable. Es un recordatorio del costo de la soberbia tecnológica, del valor humano frente a la adversidad, y de que incluso los sueños más grandes pueden naufragar… si se olvidan de respetar la naturaleza.