Una fuerte explosión sacudió la zona norte de Culiacán durante la madrugada, después de que un artefacto explosivo fuera arrojado al cenotafio ubicado en el lugar donde murió Édgar Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el 8 de mayo de 2008.
El hecho se reportó temprano esta mañana, dejando como resultado la destrucción de la cruz de acero y mármol del cenotafio, ubicada en el estacionamiento de una conocida cadena de supermercados. Además, un vehículo Nissan Sentra azul estacionado en el lugar sufrió daños por la explosión.
El cenotafio, que ha sido un punto de referencia en Culiacán, es frecuentemente decorado con flores frescas, principalmente rosas rojas y blancas, en fechas significativas como el aniversario de la muerte de Édgar Guzmán el 8 de mayo, Navidad, Día de Muertos, el Día del Amor y su cumpleaños, el 30 de mayo.
Desde su colocación, esta cruz de hierro y cantera, posteriormente reforzada con herrería, ha sido un lugar simbólico para la familia Guzmán. En cada ocasión especial, se adorna con flores, globos, pasteles, botellas de licor y otros objetos, lo que ha llamado la atención de los automovilistas que suelen detenerse a tomar fotografías.
El cenotafio se volvió especialmente icónico el Día de las Madres de 2008, un día después del asesinato de Édgar Guzmán, cuando las rosas desaparecieron de las floristerías de la ciudad para colocarlas en el lugar como un homenaje. Este hecho marcó una fecha inolvidable para muchos culiacanenses.
Las autoridades investigan el ataque con explosivos que dejó al cenotafio destruido y a un vehículo dañado, sin que hasta el momento se reporten personas lesionadas.