Tras la colocación de una lona en el puente de la avenida Álvaro Obregón, acusando a altos mandos militares de presunta participación en desapariciones forzadas de ciudadanos durante sus operativos, el gobernador Rubén Rocha Moya afirmó que se desconoce el origen de esta acusación y que solo se puede especular que provenga de la delincuencia organizada.
El mandatario estatal manifestó que, de existir alguna responsabilidad institucional, como se ha señalado, correspondería a las corporaciones mencionadas, es decir, a la Guardia Nacional y a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ofrecer una respuesta.
“Denunciar a cualquier individuo, a cualquier corporación, todo eso requiere de juicio, de evidencia, de pruebas. No sabemos el origen, solamente lo puede suponer. Es hechura de la propia delincuencia. Y finalmente, pues, si alguna repercusión institucional tiene que ver, ya serían las corporaciones”, dijo el gobernador.
Rocha Moya también reconoció que los hechos de violencia, como enfrentamientos y homicidios, son indicios de la persistencia del problema, el cual está siendo atendido por las autoridades de los tres niveles de gobierno.
En cuanto a si este incidente fue discutido en la mesa de seguridad del miércoles 25 de septiembre, el gobernador explicó que, hasta el momento, no se ha conversado con los altos mandos militares. Durante las reuniones matutinas se recibe la información más reciente, se analiza y, de acuerdo con ello, se asigna a las instituciones de seguridad correspondientes.
Es importante señalar que en el mensaje de la lona se mencionan específicamente a los generales de brigada Porfirio Fuentes Vélez y Héctor Jiménez Aldana, este último coordinador estatal de la Guardia Nacional.
Además, se incluyen números de patrullas relacionadas con la Guardia Nacional y la Sedena, sugiriendo que estas unidades podrían estar involucradas en el traslado de las víctimas, quienes, según el mensaje, han dejado de ser vistas.
Las acusaciones indican que dichas patrullas operan supuestamente con números falsificados o anulados para realizar estos presuntos operativos, señalando directamente a los altos mandos como responsables de las desapariciones.