Productos como el camarón, tienen costos muy elevados, sobre todo durante la temporada de veda, cuando el crustáceo no debe de extraerse de aguas sinaloenses.
Debido a ello, se busca una estrategia para erradicar prácticas conocidas como “coyotaje”, porque es esto lo que puede provocar un aumento de hasta 500 por ciento del precio original al salir de las granjas acuícolas.
Julio Cabanillas, presidente de la Confederación de Asociaciones Acuícolas de Sinaloa, dijo que el precio por kilo fluctúa entre 75 y 85 pesos, sin embargo, en restaurantes se vende hasta en 500 pesos, afectando así al consumidor final.
“En el primer segmento, en el primer intermediario, una vez que el camarón es cosechado en bordo dependiendo de que línea hablemos, puede ser de un 15 por ciento para esos primeros intermediario y se puede ir hasta el 400 o 500 por ciento en la salida final a restaurantes” externó.
Al haber estos incrementos, no solo se afecta a quien adquiere el producto en mostrador, sino que también se afecta al productor, quien no obtiene una ganancia.