A pocos días de concluir el proceso electoral, se observa una reducción en los registros de violencia en comparación con las elecciones de hace tres años. Aunque algunos candidatos se han retirado debido a posibles amenazas, la situación general es de mayor paz y seguridad, informó Miguel Calderón Quevedo, Coordinador General del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP).
La colaboración entre sectores de la sociedad, empresarios, académicos y medios de comunicación ha sido crucial para asumir una responsabilidad gubernamental previamente omitida. Sin embargo, se reconoce que el temor persiste, y se espera que la vigilancia y la participación ciudadana sean mayores en las próximas elecciones.
El Coordinador compartió un análisis detallado de los delitos en Sinaloa, donde se revela una disminución en varios tipos de crímenes. Los feminicidios han disminuido un 7%, y los homicidios dolosos, robos a casa, comercio y vehículos también muestran reducciones significativas. Sin embargo, delitos como la violencia familiar y la violación han aumentado de manera preocupante.
“A día de hoy, nuestro registro indica que hoy tenemos mucho menos violencia que en otros años, y que habrá mayores condiciones para que la gente participe. Además, creemos que hay varios organismos de la sociedad civil que están haciendo un esperado llamado a la votación. Pero además hemos visto que muchos protagonistas de procesos electorales, candidatas y candidatos, han hecho los llamados a que salgan a votar independientemente que voten por ellos o no”, explicó Calderón.
Las “zonas grises” en Sinaloa son áreas de difícil intervención para las autoridades debido a la presencia del crimen organizado. Estas zonas no se limitan a áreas rurales, sino que incluyen comunidades urbanas y cabeceras municipales, como San Ignacio y Elota, donde se han registrado actos criminales graves.
A pesar de la carencia de denuncias formales, testimonios oficiales sugieren la existencia de limitaciones y amenazas que impiden una participación libre y segura en procesos democráticos.
Aunque hay mejoras en ciertas áreas de seguridad, Sinaloa todavía enfrenta desafíos significativos en términos de violencia y justicia. Si bien la pronta detención de sospechosos en casos recientes de feminicidio es un paso positivo, es importante la precisión en las investigaciones para evitar la impunidad.