En nuestra dieta existen alimentos cotidianos que tienen poco valor nutricional y hasta pueden ser perjudiciales para nuestra salud, conocidos como “venenos blancos”: el azúcar refinada, la sal y las harinas, entre otros, los cuales se han denominado así quizás de forma errónea, pero si se cae en excesos en el uso son causantes de diferentes enfermedades como la diabetes, la hipertensión y hasta el cáncer, destacó Carolina Gabriela Plazas Guerrero, nutrióloga de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
“Denominarlos venenos blancos sí es un poquito drástico porque hay que pensar que ningún alimento hay que satanizarlos o decir que no nos sirven para nada. Sobre todo, si en este caso de lo que hablamos de que es el azúcar, la sal y las harinas. Digamos que la sal es necesaria para nosotros y para muchas necesidades de su cuerpo, en muchas reacciones, en muchas actividades celulares que requerimos para vivir lo necesitamos”, enfatizó.
La jefa de la carrera de Nutrición manifestó que sí se debe tener en cuenta que estos alimentos tienen sus propiedades y que claro que no se debe exceder en su consumo, por lo que dijo es mejor ser mesurados y también practicar algo de actividad física.
“Yo creo que algo muy importante es buscar alternativas que ya nos ofrecen, porque precisamente desde que se dio este boom de que nos están haciendo daño más que por sí por la cantidad que nosotros consumimos, ya existen cada vez más alternativas; más restaurantes tienen opciones más saludables, los supermercados se preocupan por ofrecernos mejores productos y hay ya muchas alternativas, por ejemplo las harinas integrales, ya tenemos harina de avena, de trigo integral, quinoa, salvado”, mencionó.
Así mismo Plazas Guerrero dejó un mensaje a la población de que si se es consumidor habitual de estos productos, se opte por hacer cambios de hábitos de alimentación lo cual no es una tarea difícil, y en donde se debe procurar ir introduciendo en la dieta poco a poco más alimentos integrales, apuntando que los beneficios en el cuerpo se ven rápido.