En el marco del 133 Aniversario del Natalicio del General Rafael Buelna Tenorio, conocido como el “Granito de Oro”, autoridades civiles y militares, encabezadas por el director general de COBAES, Santiago Inzunza Cázares, quien acudió en representación del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, conmemoraron este acontecimiento con un izamiento de bandera a toda asta con honores de ordenanza en la plaza cívica de Palacio de Gobierno.
Tras realizarse el acto cívico antes mencionado, las autoridades presentes se desplazaron hacia la Rotonda de los Sinaloenses Ilustres frente al Panteón Civil, para realizar una guardia de honor, y con ello recordar al General Rafael Buelna Tenorio, quien a sus 19 años ingresó a la Revolución de 1910, al año siguiente, 1 de julio de 1911, el General Martin Espinosa lo ascendió a Coronel fungiendo como Jefe del Estado Mayor.
En el evento estuvieron presentes, el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa, Jesús Iván Chávez Rangel; el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Ricardo Madrid Pérez; el Coronel de infantería D.E.M. Alfredo González Cuevas, Comandante del 94/o. Batallón de Infantería, el Inspector General Fidencio Marques Reyes, Coordinador de 8/o. Batallón de la Guardia Nacional; Teniente Coronel F.A.E.M.A. Isaac Terrazas Sevilla, Representante de la Base Aérea Militar No. 10 en Sinaloa y la secretaria del Bienestar del Ayuntamiento de Culiacán, Aline Krystabel Guerra García.
Los méritos de Buelna fueron producto de una vida de lucha, sacrificios y renuncias personales, pero también de triunfos en aras de una fuerte naturaleza social, ya que fue enemigo de la injusticia y desigualdad.
Sus primicias políticas lo sorprenden en su Estado, enfrentándose a los vestigios de la dictadura porfirista y es actuar del despertar democrático de una nueva sociedad en gestación. A la muerte del prócer Madero, su inquietud y su destino lo convocan a la lucha armada en contra del dictador Huerta.
Formó parte de la pléyade de héroes que hicieron posible el México moderno; por su bravura y su arrojo se ganó el respeto del Presidente Carranza, al cual sirvió hasta el desconocimiento de éste a los acuerdos de la Convención de Aguascalientes, pasando a formar parte del Ejército Villista en el noroeste del país. La muerte lo alcanzó en 1924 en Las Goteras de la Plaza de Morelia; ahí murió el hombre y también nació la leyenda de “EI Granito de Oro”.