En una cena de más de dos horas y media en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, también militante de Morena, pactaron con empresarios una coinversión público-privada de 8 mil millones de pesos para la construcción de la presa Santa María, en el sur de ese estado del Pacífico.
Empresarios que asistieron a la reunión señalaron que se trata de una obra de infraestructura prioritaria ante el escenario de desabasto de agua y sequía que atraviesa otro estado del norte, Nuevo León.
A la velada en el Salón Tesorería, en la que se sirvieron tamales de chipilín y aguas frescas en la comida, y pan y café para la sobremesa (en el Centro de la CDMX hubo ayer un clima frío y lluvia incesante), asistieron unos 60 empresarios de industrias nacionales y de Sinaloa agrupados en diversas cámaras.