Jalisco.- Una menor de edad de 11 años que sufre epilepsia y problemas de salud mental, fue quemada y torturada, presuntamente por personal de un albergue posiblemente clandestino en Tonalá, Jalisco.
Según la versión de la madre de la víctima, el hecho tuvo lugar el pasado 22 de julio cuando fue rociada con alcohol y quemada con descargas eléctricas, después de que la pequeña manifestara un ataque de ansiedad, rascándose impulsivamente cuello y brazos.
Los cuidadores de la institución llamada Casa de Vida Camina a la Fortaleza, amenazaron con echarle alcohol si no dejaba de rascarse, advertencia que cumplieron, sometiendo a la menor.
No conformes, uno de los empleados le aplicó unas descargas eléctricas con una pistola taser.
Como resultado, la víctima sufrió quemaduras en el 13% del cuerpo, específicamente abdomen, tórax y brazo izquierdo.
Tras los hechos, se descubrió que podría tratarse de una clínica clandestina, pues no cuenta con los permisos para operar.
La afectada ingresó al albergue el 30 de junio por crisis de ansiedad severos y ataques epilépticos. No fue sino hasta un día después que la madre fue notificada de la situación que intentaron hacer pasar por accidente, para deslindarse de responsabilidades.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), calificó el ‘tratamiento clínico’ como tortura, situación que ya investigan.
“Esas chispas fueron las que provocaron el daño de quemaduras, estamos hablando de tortura, indudablemente”, aseguró Érika Córdova, directora de Quejas de la CEDHJ.
La pequeña está siendo atendida en el Centro Médico de Occidente del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) en Guadalajara, donde se analiza realizarle injertos de piel.
Con información de Los Noticieristas