Gracias a las recientes lluvias que se han registrado en el mes de junio, se pronostica para la mariposa cuatro espejos una temporada bastante buena, donde llegue alcanzar hasta cuatro ciclos, un dato alentador para la conservación de esta especie que se encuentra en peligro de extinción.
Gilberto Márquez Salazar, investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), responsable del mariposario, dijo que a dieciséis años del proyecto no se había tenido registro de una eclosión en el mes de junio, dándose con ello el primer ciclo de la temporada de la mariposa cuatro espejos.
“Siempre aparecía la última semana de julio, pero este año debido a las precipitaciones tempranas y las grandes cantidades que se presentaron en el mes de junio, tuvimos emergencia como efecto dominó de más individuos”, explicó.
Como dato relevante, explicó que, según registros de la Estación Climatológica de Facultad de Biología, el mes de junio tuvo un volumen de agua de casi 122 milímetros de lluvia, una referencia histórica que arroja la toma de datos de la estación a casi treinta años de su apertura, eventos que han beneficiado a un fenómeno físico atmosférico extremo al cual los seres vivos responden.
Aunado a esto, los eventos no registrados, es decir, que llueve, pero la precipitación es baja, originan una elevada concentración de humedad atmosférica, por lo que las causas que beneficiaron a esta eclosión o nacimiento del primer ciclo de la mariposa cuatro espejos se debieron principalmente a la lluvia, temperatura y humedad, fenómenos físicos a los cuales las palomillas responden emergiendo.