Los medicamentos de patente y los genéricos intercambiables son generalmente el mismo ingrediente activo hecho para aliviar un malestar, sin embargo, los precios entre ambos puede llegar a variar enormemente, es por ello que la nueva iniciativa que existe para que los médicos hagan sus recetas con estas dos opciones resulta bastante alentador para la economía familiar, aunque se debe prestar atención en dónde se adquieren, es decir, en farmacias reconocidas y que el producto contenga la especificación GI, destacó Lorenzo Ulises Osuna Martínez.
El especialista en farmacia de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) indicó que, para entender claramente y tomar la mejor elección en cuanto a las compras de un medicamento, es saber con claridad que es uno de patente y cuál es el llamado “genérico intercambiable”.
“Podemos llamar medicamento de patente o de marca, como se solía mencionar, a esos medicamentos innovadores, por así llamarlos, que son nuevos en la aplicación o en el manejo de una enfermedad, y por otra parte un medicamento genérico podemos mencionar aquellas medicinas que por ejemplo son equivalentes a los medicamentos de patente pero que tienen en ese caso un mejor costo y considerando que estarían funcionando de la misma manera”, detalló.
Osuna Martínez manifestó que la innovación de un medicamento de patente se protege por 20 años y después de ese periodo se libera a dominio público, y es donde las empresas farmacéuticas tienen la oportunidad de producir el mismo medicamento a costos mucho más bajos, pero siempre manteniendo la misma composición y están obligados a comprobar que funciona exactamente igual que el de patente, por ello dijo que la nueva disposición que se ha planteado de que los médicos receten ambos opciones, es bastante benéfica.
“Eso es positivo para los gastos que va a tener la población en general en la adquisición de medicamentos, a final de cuentas estamos hablando de dos medicamentos con la misma eficacia, es decir, actuarían de la misma manera para el manejo de la enfermedad e incluso es muy benéfico para los sistemas de salud porque se pueden ahorrar hasta el 60 por ciento de gastos al comprar medicamentos genéricos y no los de patente”, reconoció.
Por lo anterior, el docente e investigador universitario fue enfático en decir a la población que confíe en los medicamentos genéricos, siempre y cuando estén debidamente autorizados, sin embargo, aclaró que no se debe caer en los similares, dado que estos no están reconocidos en las normas mexicanas.