Kanye West decidió renunciar a la mansión valorada en 60 millones de dólares que compró y reformó con su ex Kim Kardashian en el marco de su proceso de divorcio para que ella siga viviendo allí con sus cuatro hijos, sin embargo, al artista todavía le quedaban bastantes propiedades.
El creador de los tenis Yeezy, ha decidido que no necesita todas esas viviendas tras experimentar una especie de revelación.
“Estamos bajo el dominio del capitalismo y eso nos está matando. Es hora de cambiarlo. Dentro de un año me quedaré sin casa. Voy a convertir todas las casas que tengo en iglesias”.
Kanye West
También planea construir un orfanato que funcionará como una especie de “comuna de artistas” y que será un lugar al que cualquiera podrá acudir en busca de ayuda, porque habrá comida disponible las 24 horas del día.
West señala que su objetivo es romper el ciclo de la falta de hogar y la pobreza, ofreciendo a las personas estabilidad en un entorno seguro y espiritual, darles soluciones y acompañarlas a lo largo del camino.