Está demostrado que el exceso de ruido produce malestar, falta de concentración, irritabilidad, estrés, etc. Al final acabamos gritando para poner orden, pero esa no es la solución. Resulta mucho más práctico utilizar la psicología, y esta lámpara antirruido fue inventada por el Instituto Fraunhofer, los mismos que inventaron el formato MP3.
En realidad, su tecnología es sencilla. Se trata de una lámpara LED dotada de varios micrófonos. Cuando la enciendes la lámpara es de color verde. Si los micrófonos detectan cierto nivel de ruido, cambia a ámbar. Si el ruido sigue en aumento, pasa a rojo. Y si no disminuye en unos segundos, comienza a sonar una alarma a una potencia de entre 70 y 100 db.
Puede parecer un poco brusco, pero es un sistema que psicológicamente funciona. A las personas no nos gustan las luces rojas ni las alarmas, así que inconscientemente, cuando vemos la luz amarilla o roja, comenzamos a bajar la voz, más aún si suena la alarma.