Nadie nace con piel azul. Sin embargo, hay enfermedades en el pigmento de la piel que pueden provocarla, la mayoría de los casos se deben a una exposición prolongada a la plata. Se han dado casos accidentales, pero los más llamativos provienen de la ingesta de plata coloidal, un supuesto medicamento milagroso desautorizado por la ciencia.
La plata se usa desde hace 2.500 años para curar infecciones, principalmente el nitrato de plata. Es cierto que este metal tiene propiedades germicidas, pero el nitrato de plata quema la piel, y altera el funcionamiento de verdaderos medicamentos.
Debido a sus efectos secundarios, dejó de usarse a nivel médico hace unas décadas. Pero los homeópatas descubrieron la plata coloidal: iones de plata disueltos en agua, que mantienen los efectos de la plata sin los efectos abrasivos del nitrato de plata.
Ningún estudio científico ha encontrado propiedades curativas en la plata coloidal.
La plata coloidal (o sales de plata) no es tóxica, el problema es que no se puede saber cuántos iones de plata se crean al preparar el producto. Y si se toma demasiado, se produce el síndrome de argiria: la piel se vuelve azul, y es muy difícil de curar. Cuando los iones de plata ingeridos se desplazan a la piel, se vuelven azules al recibir la luz del sol.