La Secretaría de Salud de Sinaloa reitera a la población que la aplicación de las vacunas para protegerse del Covid-19 son totalmente seguras y tomando como base los estudios realizados en las mismas se puede constatar que el beneficio es aún mayor que las reacciones que se pudiesen presentar.
Efrén Encinas Torres, titular de la dependencia estatal, afirmó que en caso de presentarse alguna reacción de cuidado después de la inmunización esta sería durante los primeros 15 a 30 minutos, aún no se tiene comprobado que produzca un efecto irremediable.
“Se acuñó el término por el área de Salud Federal de los eventos supuestamente atribuidos a la vacunación, habitualmente los efectos colaterales se presentan en los primeros 30 minutos de ahí la observación de que se aplique la vacuna y se mantengan en vigilancia de 15 a 30 minutos”, señaló.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las vacunas contra la COVID-19 funcionan muy bien y son una herramienta fundamental para controlar la pandemia. Sin embargo, ninguna vacuna es 100% efectiva para prevenir la enfermedad en personas vacunadas. Habrá un pequeño porcentaje de personas totalmente vacunadas que seguirán enfermando.
Los casos de enfermedad después de la vacunación se producen sólo en un pequeño porcentaje de personas vacunadas. Hasta la fecha, no se han identificado patrones inesperados en la demografía o las características de la vacuna entre las personas con infecciones después de la vacunación.
Las vacunas aprobadas, ya sea por la OMS o por una agencia regulatoria nacional estricta, proporcionan una excelente protección contra la enfermedad grave y la hospitalización contra la variante delta, así como contra otras variantes de preocupación.
Todavía estamos aprendiendo cuánto dura la protección de las vacunas contra la COVID-19. Las investigaciones para responder están en marcha y tendremos respuesta en los próximos meses a medida que las vacunas se estudien más a fondo. Sin embargo, es alentador que los datos disponibles sugieren que la mayoría de las personas que se recuperan de la COVID-19 desarrollan una respuesta inmunitaria que proporciona al menos un período de protección contra la reinfección, aunque todavía estamos aprendiendo cuán fuerte es esta protección y cuánto dura.