El consumo de zanahorias se remonta al año 3.000 a. C., cuando eran de color morado por fuera, y amarillas por dentro. Fueron los comerciantes árabes quienes extendieron la semilla de zanahoria por Asia, África y Arabia, y surgieron diferentes variedades. En el siglo XVI, Holanda se convirtió en el principal productor de zanahorias de Europa. Y los holandeses tuvieron la idea de adoptar exclusivamente la variedad de zanahoria color naranja, como una forma de rendir tributo a la casa real holandesa de Orange.
El color naranja de las zanahorias se debe a la presencia de carotenos en su composición química; un compuesto antioxidante que se transforma en vitamina A, y que contribuye con el mantenimiento de la vista cuando la consumimos.