Imagina que estás de paseo por la costa rocosa de Marsella, en Francia, y ves una roca de un tamaño considerable varada cerca de la orilla… bastante normal ¿cierto? Hasta que la roca comienza a moverse y tomar velocidad. Se trata de L’invisible, un barco con forma de roca. Es literalmente invisible cuando está parado, salvo por el motor que se asoma por uno de sus lados.
Este barco invisible es obra del artista francés Julien Berthier, que pretendía crear una embarcación que se fundiera con el paisaje marsellés, pero que al mismo tiempo llamara la atención cuando se descubriera su camuflaje. Las rocas del L’invisible no son reales, han sido creadas con poliestireno, resina epoxi, y pintura. En la parte superior de las piedras hay una escotilla por donde se introduce la tripulación para pilotar el barco.