Buenos días, ¿cuál es su emergencia? -preguntó la Radio Operadora del servicio de emergencias 911-
De otro lado del auricular, una voz entrecortada indicó que una pequeña requería ayuda. Por necesidad de los padres para acudir a laborar dos menores se encontraban solos en un domicilio, la pequeña, una de ellos, tomó agua hirviendo y accidentalmente la vertió en su pecho.
De inmediato, una patrulla cercana al sector sur de la ciudad dijo: ¡próximo a la ubicación!
Al llegar, de un salto descendieron de la patrulla, el llanto de la pequeña mantenía a los vecinos en estado de incertidumbre, habían intentado entrar, pero la reja principal lo impedía. Mientras los policías buscaban los medios para abrir la chapa, una vecina les comentaba que adentro con los pequeños se encontraba un jovencito a quien le pidieron entrara por la parte de atrás y él intentaba auxiliarla, entró, pero ya no pudo salir.
No podían perder tiempo, tomaron un marro y empuñándolo fuertemente golpearon a la chapa para lograr sacar a la pequeña. El jovencito la tomó en brazos, las lágrimas corrían por su rostro, el dolor por las quemaduras en la pequeña eran evidentes, no había tiempo para esperar, los oficiales la colocaron en la unidad y se dirigieron al hospital más cercano.
“No podíamos oírla sufrir, podrán decir algunos que no es correcto que tumbáramos la chapa, pero es la vida de una niña, no importa cómo, hay que ayudarla; si hay que pagar la chapa, pues la pagamos, cuánto puede ser que valga más que la vida de ella”, expresó el oficial.
Metros adelante una ambulancia con Paramédicos de Cruz Roja interceptaron la patrulla y trasladaron a la nena a recibir la atención médica.
Sobre los menores, se dio vista a la Procuraduría de la Defensa del Menor en el Municipio, donde se dará el seguimiento correspondiente al caso.
Los Policías de la SSPyTM, mantienen un alto espíritu de servicio, y se encuentran capacitados para atender cualquier tipo de emergencia, ponderando la seguridad de niños, niñas y adolescentes y personas vulnerables.
