El 2 de noviembre de 2019, una caja con 12 botellas Petrus 2000, un merlot de Burdeos de la más alta calidad, viajó al espacio rumbo a la Estación Espacial Internacional. 14 meses después, el 14 de enero de 2021, el vino regresó a la Tierra en una cápsula de SpaceX. En esos 440 días, el Petrus 2000 ha madurado en condiciones únicas: en microgravedad, orbitando la Tierra 16 veces al día, a una velocidad de 27.600 Km/h. En total ha recorrido el equivalente a 300 viajes a la Luna.
Esto se realizó como un experimento para saber cómo evolucionan los alimentos durante largos períodos en el espacio, para descubrir nuevas aplicaciones o técnicas de cultivo en la Tierra. De las doce botellas devueltas a la Tierra por SpaceX, tres han sido degustadas por diferentes expertos, para comprobar sus diferencias con el mismo vino madurado en la Tierra. Ocho se van estudiar científicamente, y una de ellas se ha puesto en subasta. Una botella cuesta casi 6.000 euros, pero la botella Petrus 2000 envejecida en el espacio podría venderse por 1 millón de euros. Con el dinero que recauden podrán financiar futuros experimentos.