Si se tiene en mente que la nieve es una forma del agua, es normal que parezca curioso que se puedan ver el agua y el hielo transparentes, pero es blanca. La respuesta está en el sol. Todos estemos acostumbrados a representar el sol con luz amarilla, e incluso si vemos al cielo pareciera tener un tono amarillo; pero, la realidad es que la luz que emite el sol es blanca.
La atmósfera de la Tierra es la que genera esa tonalidad amarilla, desde el espacio exterior la luz del sol se ve blanca. Esto significa que los rayos del sol tienen la combinación de todos los colores de la luz. El color que vemos en los objetos es resultado de la luz que se absorbe o refleja. En el caso de la nieve cae en forma de copos, que tiene la particularidad de reflejar la luz, en lugar de absorberla. Al no absorber nada de la luz y reflejarla tal cual es, se percibe con el color blanco característico de la nieve.
