La polémica se armó este fin de semana y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum ya dijo que nunca en su administración han utilizado filtraciones periodísticas para informar o hacer su trabajo sin embargo el New York Times asegura: Obra de mala calidad, Mucha prisa y planes presidenciales, Descuidos graves llevaron directo a la tragedia.
“[El Gobierno] de la ciudad presionó a los contratistas para que concluyeran el trabajo lo más pronto posible. Las empresas se arriesgaban a una multa de alrededor de 120 millones de dólares si no entregaban la obra bastante antes del fin del mandato de Ebrard, según Enrique Horcasitas, director del proyecto. La construcción empezó incluso antes de que hubiera un proyecto ejecutivo completo. Ebrard observó que utilizar planos as built, o conforme a obra, en los que las compañías van generando los planos mientras construyen era habitual y ‘permite contar con flexibilidad técnica y financiera durante su realización, sin comprometer la integridad o seguridad del proyecto’”
El Times dice lo que ya se sabía: que la incompatibilidad entre las ruedas y los rieles causó tanto desgaste que la ciudad tuvo que reemplazar más de 800 metros de rieles semanas antes de que el metro empezara siquiera a transportar pasajeros. Al acercarse la inauguración de 2012, los ingenieros y sus colegas trabajaban hasta la madrugada, con el apuro de que la línea estuviera presentable.