Entre los hindúes existe la tradición de proteger a las vacas. Esta costumbre data de aproximadamente hace 2.500 años. Desde entonces a las vacas se les considera como un símbolo de fertilidad y maternidad. Hay toda una construcción mítica al respecto, pues ocurrió que en la India antigua se dio un terrible período de sequías y de pérdidas naturales de espacios.
Con esta debacle ambiental, las vacas fueron desapareciendo poco a poco, lo que llevó a que las pocas restantes fueran veneradas y protegidas por todas las personas. Once estados indios tienen totalmente prohibido sacrificar a las vacas. Dicha prohibición fue impuesta por una alianza de partidos nacionalistas hindúes que la consideran sagrada (un 80% de la población hindú las venera).