Muchos zapatos tienen la particularidad de ejercer una alteración bastante alta en la manera de caminar de las personas. Las sandalias tienden a ocasionar que los dedos de las personas se arruguen, el talón puede quedar levantado, y como no se tiene un buen apoyo, afecta en el andar de la persona. En lugar de ayudar, el calzado te podría perjudicar, y dañar tu tobillo. Las sandalias o chanclas que tienes, son la principal causa de que llegue a tu vida el dolor, cansancio y hasta protuberancias. Este infortunio puede elevarse proporcionalmente si eres una persona con sobrepeso.
Los expertos han avisado que debes estar pendiente, porque las sandalias podrían irse en tu contra. Todo esto, debido a que la comodidad que ofrecen hace que estas tengan un soporte el cual no es suficiente para amortiguar algún tipo de impacto cuando pises superficies muy duras. De hecho, la goma no es muy resistente. Puede servirte para caminar en la arena si estás en la playa, pero si cambias a asfalto, cuando finalices tu jornada de diversión podrías sentir dolores en las rodillas, cadera y hasta la espalda por este motivo.