Los emoticonos eran esta combinación de puntos y paréntesis para formar una carita feliz o triste, y fueron publicados por primera vez en 1881 en una revista de humor de Estados Unidos. Pero la palabra ‘emoji’ es de origen japonés y está compuesta por el grafema ‘e’ que se traduce en ‘imagen’, y ‘moji’ que significa ‘letra’. Fueron creados en 1999 por Shigetaka Kurita, producto de un encargo de una empresa japonesa dedicada a la comunicación móvil. Gracias a los buenos resultados que se obtuvieron al incorporar el símbolo del corazón entre las opciones para sus celulares en 1995, decidió ampliar la oferta 4 años más tarde con la ayuda de Kurita, lo que se tradujo a crear más emojis.
Es gracias a este sencillo código estándar de codificación y, por lo tanto, compresión, al que pertenecen los emojis, conocido como Unicode, que su uso se volvió tan popular. Estos permitían y siguen permitiendo una forma de entendimiento genérico, convirtiéndose en un código mundial que traspasa idiomas y hasta culturas, solo por la simbología contenida en cada uno de esos 12 x 12 píxeles.