El arroba es el símbolo que se utilizaba para representar una unidad de capacidad determinada. El término proviene del árabe y significa “cuarto” o “cuarta parte”. Servía para representar “una ánfora” como medida de capacidad. Esto se registró en una carta de 1536 que envió un mercader italiano de España a Roma junto a una carga de mercancía que llegó de tres barcos que venían de América cargados de vino.
En 1971, el programador estadounidense Ray Tomlison, implementó el primer sistema de correo electrónico, en el que buscaba un símbolo que le permitiera separar el nombre de la persona del lugar en el que estaba. La arroba cumplía con estas características: estaba en todos los teclados y hasta ese momento nadie la usaba. Así fue como realizó la primera prueba de envío de correo electrónico, de una computadora a otra que se encontraban en la misma habitación. Y hasta la actualidad, seguimos usándola para enviar información a través de internet.